Si eres de los que colecciona medallas de maratón como otros coleccionan imanes de nevera, seguramente ya viste el titular dramático:

“¿Los maratones aumentan el riesgo de cáncer de colon?”

Y ahí mismo pensaste:

“¡Tanto madrugón y tanta ampolla… para terminar en oncología!”

Respira. No guardes todavía las zapatillas en la caja de recuerdos. Vamos por partes.

El estudio que encendió la alarma (y por qué hay que leer la letra pequeña)

Un grupo en Estados Unidos invitó a unos 100 corredores de maratón y ultramaratón entre 35 y 50 años a hacerse una colonoscopia. ¿Qué encontraron?

  • Casi la mitad tenía algún pólipo. (tumor benigno o maligno en la luz del colon)

  • Y alrededor del 15% tenía adenomas avanzados, es decir, pólipos con más potencial de transformarse en cáncer si los dejamos crecer tranquilos.

Como comparación, las series “históricas” de población general hablan de ~1,2% de adenomas avanzados en ese grupo de edad. ¡La diferencia suena escandalosa!

Peeero… aquí vienen los “peros” que no salen en el titular:

  • Es un abstract, presentación de congreso, no un estudio grande, revisado, publicado con todos sus detalles finos.

  • No hubo grupo control de no corredores evaluado al mismo tiempo, con la misma metodología.

  • Probablemente se apuntaron al estudio personas más conscientes de su salud, quizá con antecedentes familiares, síntomas leves o simplemente más dispuestas a hacerse una colonoscopia.

Es como sacar conclusiones de todo un país viendo solo a la gente que va al gimnasio de moda: el grupo ya viene “seleccionado”.

Lo que dice la ciencia cuando miramos el mapa completo

Si en vez de un único estudio pequeño miramos el mapa grande, la historia cambia bastante:

  • Meta-análisis con decenas de estudios y miles de personas muestran que quienes hacen más actividad física tienen alrededor de 19–25% menos riesgo de cáncer de colon que los más sedentarios.

  • Correr, como hábito, se ha asociado con 23% menos riesgo de morir por cáncer y con una reducción similar de la mortalidad total. Y no, no se ve que “a más kilómetros, más riesgo”; no apareció ese patrón.

Es decir: correr sigue estando en la columna de las cosas que ayudan, no en la de los villanos.

Entonces, ¿qué hacemos con el estudio de los maratonistas?

  • Lo leemos como una señal interesante, que nos recuerda que incluso en personas “súper fit” puede haber pólipos.

  • Pero no cambia las reglas del juego: las guías siguen recomendando iniciar la tamización (búsqueda) de cáncer colorrectal a los 45 años en personas de riesgo promedio, antes si hay antecedentes familiares u otros factores de riesgo.

El verdadero incendio: cáncer de colon en menores de 50

Mientras discutimos si la maratón sí o la maratón no, hay un dato mucho más inquietante:

  • El cáncer colorrectal en menores de 50 años está aumentando entre 2–3% por año en varios países.

  • Se proyecta que para 2030 sea una de las principales causas de muerte por cáncer en adultos jóvenes.

Y una parte importante de esos pacientes no tiene antecedente familiar ni “aparenta” ser de alto riesgo.

Aquí la analogía financiera:

  • Antes, el cáncer de colon era como una deuda que llegaba a los 60–70 años.

  • Ahora estamos viendo “cobros prejurídicos” a los 40… y en algunos casos, antes.

¿Culpable único? No lo sabemos. Probablemente es una combinación de:

  • Dieta rica en ultraprocesados, bebidas azucaradas y carnes muy procesadas.

  • Sedentarismo de oficina + sofá + pantalla.

  • Obesidad, alteraciones de la microbiota intestinal y posibles exposiciones ambientales desde la infancia.

Y en medio de todo esto, la maratón es, si acaso, un invitado sospechoso en una fiesta donde los verdaderos gamines son otr

Aquí va mi respuesta honesta, de internista y endocrinólogo que ve muchos pacientes con sobrepeso, hígado graso, prediabetes y, cada vez más, cáncer de colon:

  1. No dejes de correr.
    Si corres, en la balanza general, estás haciendo algo claramente protector para tu salud global: corazón, cerebro, metabolismo… y, en principio, también para tu riesgo de cáncer colorrectal.

  2. Pero no intentes “correr más rápido que tu colon”.

    • Si tienes 45 años o más y nunca te has hecho una colonoscopia, esa es tu verdadera “meta de maratón” este año.

    • Si tienes antecedentes familiares de cáncer de colon o pólipos avanzados, el punto de partida puede ser incluso antes. Habla con tu médico.

  3. Los síntomas NO son opcionales.
    No todo es “hemorroide del corredor” ni “porque estoy entrenando más”:

    • Sangrado rectal o en las heces.

    • Cambio persistente en el ritmo intestinal (más estreñido o más suelto sin explicación).

    • Anemia, cansancio raro, dolor abdominal que se vuelve constante.

    No son para Google ni para el grupo de WhatsApp del running. Son para pedir cita, explicar bien los síntomas y, muchas veces, hacerse una colonoscopia.

  4. Cuida el resto del paquete de riesgo.
    Correr 42 km no compensa:

    • Dieta diaria de ultraprocesados, embutidos y gaseosa.

    • Tabaco “solo social” (el cáncer no pregunta si eras social o de cajetilla diaria).

    • Alcohol “de fin de semana nada más” pero en volumen de barra libre.

    Tu colon no sabe si lo insultaste lunes a viernes o solo sábado por la noche: suma todo.

Un trato justo para tus piernas y para tu intestino

Si tienes la disciplina para:

  • Hacerte un plan de entrenamiento de 16 semanas,

  • Respetar las tiradas largas,

  • Cuidar la hidratación y la comida de la semana de la carrera,

también tienes la disciplina para:

  • Preguntar a tu médico cuándo te toca la primera colonoscopia,

  • Cumplirla,

  • Y repetirla cuando corresponda, aunque el preparativo sea menos glamuroso que la expo de la maratón.

En resumen:

  • La evidencia global sigue diciendo que correr protege más de lo que perjudica.

  • Este estudio en maratonistas es una llamada de atención, no una sentencia de condena.

  • El mensaje no es “deja de correr”, es: “corre… y revisa tu colon a tiempo”.

Tu medalla de finisher se ve mucho mejor cuando sabes que, por dentro, también vas ganando la carrera contra el cáncer de colon. 🏃‍♀️🏃‍♂️🩺

Biografía sugerida

  • 1. Basado en datos presentados en el ASCO Gastrointestinal Cancers Symposium 2025 sobre hallazgos de colonoscopia en atletas de resistencia (35–50 años).

  • 2. Actividad física y riesgo reducido de cáncer colorrectal

    Wolin KY, Yan Y, Colditz GA, et al.
    Physical activity and colon cancer prevention: a meta-analysis.
    British Journal of Cancer. 2009.
    Meta-análisis que demuestra una reducción del 19–24% en el riesgo de cáncer de colon en personas físicamente activas.

  • 3. Beneficios de correr en la mortalidad general y por cáncer

    Lee DC, Lavie CJ, Vedanthan R.
    Running as a key lifestyle medicine for longevity.
    Progress in Cardiovascular Diseases. 2017.
    Correr se asocia con una reducción aproximada del 23% en mortalidad por cáncer y del 27% en mortalidad total.

  • 4. Tendencia creciente del cáncer colorrectal en adultos jóvenes

    Siegel RL, Miller KD, Fedewa SA, et al.
    Colorectal cancer incidence patterns in the United States, 1974–2013.
    Journal of the National Cancer Institute. 2017.
    Documenta que la incidencia en adultos menores de 50 años crece entre 2–3% por año.

  • 5. Impacto actual del cáncer colorrectal en jóvenes

    Siegel RL, Miller KD, Goding Sauer A, et al.
    Colorectal Cancer Statistics, 2023.
    CA: A Cancer Journal for Clinicians. 2023.
    Proyecta que para el 2030 el cáncer colorrectal será una de las principales causas de muerte por cáncer en personas de 20 a 49 años.

  • 6. Ultraprocesados y riesgo de cáncer colorrectal

    Wang L, Du M, Mao Y, et al.
    Association of ultra-processed food intake with risk of colorectal cancer among men.
    BMJ. 2022.
    Demuestra que un alto consumo de alimentos ultraprocesados incrementa de manera significativa el riesgo de cáncer colorrectal.

  • 7. Actividad física y microbiota intestinal

    Mailing LJ, Allen JM, Buford TW, et al.
    Exercise and the gut microbiome: a review of the evidence, potential mechanisms, and implications for human health.
    Exercise and Sport Sciences Reviews. 2019.
    Revisión que explica cómo el ejercicio mejora la microbiota intestinal, disminuye la inflamación y potencialmente reduce riesgo de cáncer.

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